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La protección de datos personales no es solo un asunto legal o técnico: es una responsabilidad compartida dentro de la organización. Pero ¿cómo se la explicas a un equipo que no es experto en leyes ni ciberseguridad?

Aquí te dejamos una guía práctica para empezar la conversación:

1. ¿Qué son los datos personales?
Explícalo con ejemplos cotidianos: nombres, correos electrónicos, RUT, teléfonos, historial médico o dirección. Si tu empresa guarda o procesa esta información, ya estás tratando datos personales.

2. ¿Por qué es importante protegerlos?
Porque la ley lo exige (como la Ley 21.719), pero también porque una filtración de datos puede dañar la reputación, generar multas millonarias y romper la confianza de los clientes. La privacidad no es un lujo: es parte del servicio.

3. ¿Qué tiene que hacer cada persona del equipo?
Cada área tiene un rol:

  • Ventas y atención al cliente: no pedir más datos de los necesarios.
  • TI: asegurar que los sistemas estén protegidos.
  • Administración: cuidar los respaldos, planillas y accesos.
  • Todos: responder con respeto y prontitud a quienes pidan acceso o eliminación de sus datos.

4. ¿Cómo ayuda Lexalogia en esto?
Automatizamos las tareas más críticas: detectar datos personales, generar evaluaciones de impacto (DPIA) y redactar contratos. Así tu equipo puede concentrarse en lo importante, sin perder tiempo en planillas o procesos manuales.

Bonus: dilo en positivo
No se trata solo de “evitar multas”, sino de construir una empresa que respeta la privacidad de sus clientes y colaboradores. La protección de datos bien hecha es una ventaja competitiva.

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